Patton

Entre una nube de intenso polvo, el convoy se detuvo. El general, alto e inmaculadamente vestido, esperó hasta que el conductor abrió la portezuela. Luego descendió del vehículo con aire majestuoso, hundiendo sus botas de montar, limpias y relucientes, en el polvo de la carretera tuneciana. Durante largo rato, estuvo observando la escena que le rodeaba; por fin, dando un imperioso golpe con su látigo a su bola, comenzó a dirigirse hacia el cuartel general del II Cuerpo de Ejército de los EE.UU. El viejo “Blood and Guts” había llegado por fin a tomar el mando.

 

 

 

Historia del siglo de la violencia

Personajes nº 1