Entre Septiembre de 1939 y Mayo de 1945 las fuerzas armadas alemanas irrumpieron desde Dumkerque hasta Stalingrado y desde Stitzbergen hasta Atenas, saqueando oro, plata, dinero, pinturas y otras obras de artes religioso o profano, monedas y millones de libros y documentos. Ahora nos toca reconstruir los vestigios del pasado que fueron robados.